A las 08:15 del 6 de agosto de 1945, la historia de la Segunda Guerra Mundial, y de cómo conocemos el mundo, daría un cambio radical, en la ciudad portaría de Hiroshima, en el sur de Japón, cuya población era cercana a las 350 mil personas, seria atacada, con una arma nunca antes vista.
Un bombardero B-29 comenzó a surcar los cielos de Japón, completamente solo, llamando la atención de la población, pensando que se trataría solo de una operación de reconocimiento, pero no era tan así.
Conocido como Enola Gay, en homenaje a la madre del piloto, quien junto a otros doce hombres que iban dentro de la aeronave, llevaban la bomba de Uranio 235, que fue conocida como Little Boy, esta bomba tenía 4.4’00 kilos de peso, con una longitud de tres metros, y que fue lanzada a casi 10 mil metros de altura, explotando a casi 600 metros antes del suelo, y cuyo hongo de explosión fue de 6 kilómetros de altura.
El gran poder destructivo, genero el terror del país, que tuvo efectos devastadores, más de 140 mil muertos, ósea un 40% de la ciudad, y la destrucción total de Hiroshima, cercano a un 95%.
Tres días después, la historia se volvería a repetir, pero esta vez seria lanzada en Nagasaki.
Mataron a miles de personas, en su mayoría civiles, y sirvieron como elemento disuasorio para que Japón claudicara y pusiera fin al conflicto. Para algunos, esta decisión fue un sacrificio tomado con la única intención de reducir pérdidas humanas y regresar a la paz. Para otros, una medida desproporcionada teniendo en cuenta que Alemania e Italia habían sido derrotadas y que Losif Stalin se había comprometido a unirse a la lucha en el Pacífico. El lanzamiento escondía un mensaje de advertencia para la Unión Soviética, con quien ya había empezado a romper relaciones tras vencer al enemigo común y esto provocaría una carrera armamentística y un aumento de las tensiones entre ambas potencias durante la Guerra Fría.
Los lanzamientos de las bombas atómicas cambiaron el mundo y abrieron una puerta a la destrucción absoluta a un solo botón de distancia. Aquí tienes las fotos de la tragedia.