La norma, que será ahora revisada por el Senado, establece, además, que las colillas de cigarrillo deberán ser biodegradables.
Con el propósito de resguardar nuestras playas, ríos y lagos de la contaminación por los efectos de las colillas de cigarros, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó un proyecto (boletines refundidos 12407 y 12821) que regula las actividades relacionadas con el tabaco, texto ahora enviado a trámite al Senado.
Por efecto de esta normativa, los filtros y las colillas de los cigarrillos que se comercialicen dentro del territorio nacional deberán ser fabricados con materiales biodegradables.
Además, de acuerdo al informe de la Comisión de Medioambiente, rendido por el diputado Miguel Mellado (RN), se suma a la prohibición de fumar en espacios públicos o privados, las playas de mar, ríos o lagos.
Recordar que la normativa vigente impide fumar en recintos como establecimientos de educación parvulario, básica y media; lugares donde se expendan combustibles y medios de transporte de uso público, incluyendo ascensores, entre otros.
En el caso de los lugares antes enumerados, la ley recién aprobada indica que, si estos espacios cuentan o no con patios o espacios al aire libre, deberán instalar ceniceros, contenedores o receptáculos destinados al depósito de filtros, colillas y cenizas de cigarrillos, en dichos lugares o en su acceso.
De igual manera, se prohíbe arrojar los filtros o las colillas de cigarrillos en la vía pública y en los patios o espacios al aire libre lugares públicos o privados.
En el caso de la prohibición de fumar en playas de mar, ríos o lagos, la fiscalización corresponderá a la policía marítima, fluvial y lacustre y, en caso de constatarse alguna infracción, esta se deberá denunciar ante el juez respectivo.
De todas maneras, la norma indica que cualquier persona podrá denunciar el incumplimiento de las obligaciones, imponiéndose así la denominada “denuncia ciudadana”.
En cuanto al pago de multas, se aumenta de dos Unidades Tributarias Mensuales, a un rango que va desde una a cuatro UTM por infracción a la ley.
Actualmente, se sanciona a quien ensucie, arroje o abandone basura, materiales, o desechos de cualquier índole en playas, riberas de ríos o de lagos, parques nacionales, reservas nacionales, monumentos naturales o en otras áreas de conservación de la biodiversidad declaradas bajo protección oficial. Desde ahora también será sancionado quien arroje colillas de cigarros en esto espacios.
En la cuanto a las sanciones, la pena también consistirá en la prestación de servicios en beneficio de la comunidad, consistente en la limpieza de playas, lagos o ríos. Si el sancionado no estuviese de acuerdo, se le aplicará el pago de la multa correspondiente.
La propuesta fue ratificada por 135 votos a favor, tres en contra y dos abstenciones, en su idea de legislar. El articulado contó con el mismo apoyo salvo la norma que extendió la citada prohibición a las playas, que fue votada por separada y que también resultó aprobada.
En las intervenciones las y los diputados aseguraron que “es hora de respetar la vida que nos acoge” y que se debe entender que el “planeta no es cenicero”. Aseguraron que con estas mociones se frena una costumbre irresponsable de eliminar las colillas de cigarros en el suelo.
Recalcaron que las multas no son suficientes, por lo que, celebraron la inclusión de servicios comunitarios de limpieza por incumplir la presente ley. Pidieron un cambio de hábitos en el consumo de tabaco, para que no hayan “gastos exorbitantes” debido a los efectos de fumar.
En la discusión, se resaltó el apoyo transversal del proyecto, que estaría creando una nueva institucionalidad en el cuidado del medio ambiente. Aseguraron que la educación es clave para el cambio de comportamiento en las prácticas de las y los fumadores.
Pidieron al Gobierno que existan programas de ayuda a las personas para dejar de fumar y una campaña comunicacional que de cuenta de esta nueva normativa para concientizar a la ciudadanía de los riesgos de las colillas y el cuidado del medio ambiente.
La ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, intervino en la sesión, recalcando lo tóxico que son para el medio ambiente las colillas de cigarros. Se refirió a los riesgos que produce el tabaco para la salud de las personas y aseguró que con este tipo de normativas se va produciendo un cambio de actitud frente a actividades tan nocivas como el consumo de cigarrillos.