Los primeros aspectos a trabajar fueron un taller participativo con miras a elaborar una encuesta de salud, además de analizar características propias de su cultura para entregar una mejor atención de salud.
Un total de catorce facilitadores interculturales que actualmente se desempeñan en hospitales y cesfam de la red asistencial de O’Higgins, participaron en una jornada de trabajo, organizada por la dirección de Atención Primaria y el área de Participación Ciudadana del Servicio de Salud O’Higgins, orientada a abordar las necesidades de los migrantes en la región, para el diseño de estrategias de intervención para este grupo.
Al respecto, el encargado de migración de la Dirección de Atención Primaria, Andrés Antillanca, indicó que “junto a Participación, Migrantes y el Modelo de Atención Integral en Salud (MAIS), queremos levantar información respecto de una encuesta que se va a realizar virtualmente sobre la salud de las personas haitianas, de todo grupo etario, desde adolescentes a personas mayores, para lo cual realizamos un taller participativo con los facilitadores interculturales de los establecimientos, que son todos haitianos, para ver la forma en que vamos a trabajar este instrumento, logrando levantar todas las necesidades que tengan las personas haitianas en la región”.
Asimismo, destacó que también se busca transformar este grupo de catorce facilitadores en “una suerte de asesores para el Servicio de Salud, para levantar información respecto de la cultura haitiana, su perspectiva de salud y en esta ocasión empezamos con un abordaje al tema alimentario, que es un aspecto que está influyendo de manera negativa, en los hospitales principalmente, donde se han presentado problemas con los pacientes que están hospitalizados, en relación a la alimentación que se les entrega”.
Antillanca explicó que los facilitadores Eder Bazile, del Cesfam Centro de San Fernando, y Caroline Attilus, del Cesfam Coltauco, expusieron sobre la cultura culinaria haitiana “lo que esperamos profundizar posteriormente con los nutricionistas, para poder elaborar una especie de guía técnica, que permita complementar la comida chilena con la haitiana, que no solo servirá para los hospitales, sino también para sensibilizar y capacitar a los equipos de los distintos establecimientos, además de ver también que tipo de alimentación sana podemos rescatar de su cultura para incorporarlos en nuestra alimentación”.
En relación a ello, Eder Bazile indicó que la idea de la exposición que realizaron era “mostrar lo que se come habitualmente, lo más vendido al paso, lo más lujoso, lo que se les da a los niños cuando empiezan a comer. Mostrar nuestra cultura alimentaria tanto cuando se prepara, como cuando se produce y cuando se consume. Los alimentos más consumidos son arroz, plátano frito y porotos, pero incluso hablamos sobre la cazuela haitiana, los ingredientes que ella tiene y su comparación con la chilena, donde no tienen grandes diferencias, sino que está más bien dada por ingredientes que aquí no se producen porque son propios de un clima tropical y la forma de la preparación”.